La violencia machista en cifras

La violencia machista va más allá de la violencia de género dentro de la pareja o expareja, aborda todas las violencias que se ejercen sobre las mujeres por el hecho de serlo: violencia sexual, psicológica, económica, institucional…. sin olvidar la violencia vicaria

En nuestro país 1.324 mujeres han sido asesinadas por violencia de género desde 2003, año en que comienzan a contabilizarse los asesinatos machistas. 34 mujeres asesinadas en lo que llevamos de año, las que se reconocen oficialmente como tales. Segun feminicidio.net la cifra asciende a 75, a fecha de hoy.

El número de menores huérfanos/as asciende a 485 desde 2013, año en que empezaron a contabilizarse y  son 65 los menores asesinados por violencia vicaría desde 2013.

En España hay 104.981 mujeres víctimas de violencia de género que viven con protección policial un 5,3% más que hace un año, 54.163 de esas mujeres que viven bajo protección policial tienen menores a su cargo.

Es muy preocupante la cifra de chicas menores de edad, donde nos encontramos con que 1349 de ellas viven con protección policial, un 10,2% más que en 2024. En mujeres mayores de 65 también sigue aumentando las cifras: son 2.469, un 6,2% más que el año pasado.

No son sólo cifras, números, estadísticas. Son vidas truncadas, familias atravesadas por el dolor.

La violencia machista no es un problema privado, es un problema estructural, una violación de los derechos humanos. Requiere en primer lugar, de una política fuerte que ponga freno a la violencia, reconozca los derechos de las víctimas y se traduzca en recursos.

Desde Izquierda Unida exigimos con urgencia y sin matices:

  • La activación inmediata y con recursos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, sin recortes, sin demoras, sin excusas.
  • Medidas de protección integral y efectiva para mujeres e hijas/os en riesgo. Que ningún agresor pueda acercarse. Que ningún aviso quede sin respuesta.
  • Formación feminista obligatoria en todos los niveles del Estado: justicia, sanidad, educación, cuerpos policiales.
  • Una coeducación transformadora que eduque en igualdad y desmonte los mandatos patriarcales desde la infancia.
  • Campañas de sensibilización contundentes y constantes, que desmonten el negacionismo y sitúen el foco en el agresor, no en la víctima.

No hay lugar para la tibieza. No hay lugar para discursos que relativicen o justifiquen. No hay lugar para gobiernos que miren para otro lado.

Noticias relacionadas